Esperit de la missatgeria

«Había comenzado el período de Siva el Restaurador. La restauración de todo lo que hemos perdido», Philip K. Dick, Valis.

jueves, 29 de agosto de 2013

Weerasethakul y Tiziano

Una de las primeras secuencias de El tío Boonmee recuerda sus vidas pasadas (A. Weerasethakul), en que conversan los dos protagonistas del tramo inicial, está rodada de un modo muy diferente al institucional y hegemónico (hacia el minuto 9:30 del filme, que puede encontrarse en http://vk.com). Utiliza tres únicos planos, el primero, un plano general frontal con el que comenzaría la secuencia una película del sistema clásico de Hollywood, para situar en el espacio a los personajes y que el espectador pudiera situarse. Pero aquí se rompe cualquier otro vínculo.
El plano general se prolonga mucho más de lo que sería normal según el código tradicional de Hollywood. A continuación, en lugar del plano-contraplano por el que se decidiría un director del código institucional, se pasa a un plano americano algo más amplio, entre éste y uno medio, aunque lo realmente insólito es el cambio de perspectiva a una inesperada lateralidad, la cámara situada a noventa grados a la izquierda de la anterior.
Con esta decisión evoca un movimiento similar y revolucionario efectuado por Tiziano en su Pala de Pesaro, trasladar la perspectiva de la frontalidad clásica a una lateralidad innovadora, en un juego con las expectativas del espectador muy del agrado de los pintores renacentistas de la escuela veneciana

Además de para colocar el filme en la tradición del cine-tiempo de los Tarkovski, Angelopoulos y demás (y citando a producciones tailandesas que desconocemos), probablemente el cineasta tomó esta decisión con implicaciones tanto formales como conceptuales para incrementar la presencia del fondo vegetal, ganar en profundidad al tiempo que se sumerge a los personajes en el entorno selvático, un elemento constantemente  en pantalla en el cine de Weerasethakul. 

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